viernes, 7 de junio de 2013

Excursión islas II: Phi Phi

La excursión a las islas Phi Phi la hicimos de forma distinta a la de Pang Na. Decidimos coger una excursión de submarinismo, hay muchas, y probar la experiencia debajo del mar. Lo único que nosotros hicimos snorkel. Probamos a hacer submarinismo con la agencia de la excursión en la piscina, pero, aunque no es difícil, sí requiere de bastante entrenamiento para acostumbrar el cuerpo a descomprimir y aguantar la presión debajo del agua. Pero el snorkel no defrauda, las zonas donde nos dejaba el barco eran igualmente espectaculares desde la superficie.



Salimos temprano por la mañana hacia el puerto para coger el barco que nos llevaría a las islas Phi Phi. Había otros muchos barcos cargados con los equipos de submarinismo, pero no iban ni mucho menos tan llenos como las excursiones más turísticas que te llevan en lancha rápida a las islas. Estas lanchas tardan una hora y media desde Phuket, nosotros tardamos tres horas, pero el barco era grande, cómodo y podías tomar el sol si aguantabas lo suficiente, y con una buena protección solar.
Phi Phi es un archipiélago que está compuesto por cuatro islas, ordenadas de mayor a menor tamaño: Koh Phi Phi Don, habitada y con algunos hoteles, Koh Phi Phi Leh, donde se rodó la película ‘La Playa’, Koh Yung (Mosquito Island) y Koh Pai (Bamboo Island). La excursión más turística hace un recorrido por todas ellas. Nosotros solo íbamos a los puntos más interesantes para hacer submarinismo. La primera inmersión la hicimos en un pequeño islote. Los que hacíamos snorkel también íbamos con guía, y nos iba mostrando el camino para ver estrellas de mar de colores, peces como el de la película de Nemo, morenas, calamares... Y ¡hasta un tiburón!

Después de un rato en el agua recogimos a los grupos de submarinistas con el barco, y nos dirigimos a nuestro segundo punto de inmersión. Íbamos a otro punto pero hacía un día espectacular con mucho sol y los monitores nos llevaron por petición popular a Ko Phi Phi Leh y poder ver así Maya Bay. Paramos enfrente de la playa con el barco para almorzar. Aquí rodaron la película ‘La Playa’ y la verdad es que el paisaje es sobrecogedor. El agua es azul turquesa y junto al verde de la vegetación de las altas montañas rocosas hacen del paisaje un regalo para la vista. Cuando lo ves, entiendes que las islas Phi Phi estén consideradas como unas de las islas más bonitas del mundo.
Maya Bay (La Playa)
La segunda inmersión también fue increíble, recorrimos durante un buen rato los márgenes de la isla con nuestro guía, disfrutando de coral duro y blando, de estrellas de mar enormes, de peces con formas y colores imposibles… Es verdad que en esta isla había más ruido de los motores de las lanchas y más suciedad que en la anterior, pero la experiencia fue muy buena. He de decir que hay que tener mucho cuidado con el sol, nosotros nos quemamos la espalda y llevamos protector solar de factor alto. Lo mejor es ponerse una camiseta de manga larga como la que llevaba nuestro guía.
Cuando recogimos a los submarinistas de la segunda inmersión volvimos a Phuket, con la espalda quemada, pero contentos de haber disfrutado de la vida submarina en el Mar de Andamán. Ya con nuestra piña y nuestra sandía fresquita, nos relajamos y disfrutamos del viaje de vuelta en barco.  

jueves, 6 de junio de 2013

Excursión islas I: Bahía de Pang Na

Hay dos excursiones que no te puedes perder si vas al sur de Tailandia: el parque natural de Pang Na y el parque natural de las islas Phi Phi. Por supuesto ya no puedes visitar tu solo estas islas, lo tienes que hacer junto al resto de mortales que también quieren ver su belleza. Lo bueno es que los paisajes siguen siendo espectaculares y en mayo además al ser temporada baja, no había tanta saturación.
La primera excursión que hicimos fue a la Bahía de Pang Na. Es una bahía de 400 km² en el Mar de Andaman entre Phuket y la parte continental de la península. Desde 1981, una amplia sección de la bahía ha sido protegida como el Parque nacional de Ao Phang Nga. El Parque está situado en la provincia de Phang Nga, y es llamativo por los acantilados de piedra caliza con cuevas.
Por toda la bahía de Phang Nga hay dispersas islas de piedra caliza. Koh Ping-gan, también conocida como la Isla de James Bond, es una de las más destacadas porque cuenta con espectaculares pináculos de roca que se sumergen en el agua. Allí se rodó “La pistola de oro” con Roger Moore de Bond, hace ya unos añitos.
James Bond island
La excursión que contratamos incluía la furgo desde Phuket hasta la bahía, barco grande y cómodo, una horita de playa en la primera de las islas que visitamos para refrescarnos y tomar una cerveza, el almuerzo en el barco, que estuvo bastante bien, paseo en canoa por las rocas y cuevas, trayecto en barco de cola larga por las otras islas, parada en la isla musulmana y por último en la de James Bond, y después vuelta a la bahía en el barco al atardecer y con espectáculo de lady boy incluido, ¿no está mal no? Todo por 1.400 bath. Lo pasamos genial. 

Los paisajes que vimos, espectaculares, y el paseo en canoa, lo mejor, porque aprecias de cerca la belleza de ese entorno tan especial, rodeado de rocas y con el agua del mar de color verde. Además tuvimos la suerte de ver un atardecer espectacular. El barco era un crisol de nacionalidades y el guía y los camareros tailandeses que nos acompañaban nos lo hicieron pasar muy bien, eran un poco piratas. 

lunes, 3 de junio de 2013

Desde Phuket con amor

Nos dirigimos a las playas del sur en nuestro quinto día, en concreto a la isla más grande de Tailandia, Phuket, y lo más parecido a Torremolinos que he visto. Era el ecuador de nuestro viaje, el día anterior lo habíamos pasamos haciendo unas compras en Bangkok y visitando Chinatown y sus miles de puestos de comida. Las compras se resumen rápido, en mi opinión hace demasiado calor para ir de compras, regatear y conseguir imitaciones a buen precio. Pero teníamos que probar.
Canon beach (Phuket)
Llegamos a Phuket pronto por la mañana. Sabíamos dónde íbamos, la llaman la perla del sur, una isla que lleva explotándose para el turismo durante décadas. Y su expansión sigue imparable. Las playas del oeste están llenas de hoteles (las del este no son playas de arena) y sus kilómetros y kilómetros de playa, de turistas disfrutando del sol. Aunque en verano, abril y mayo, allí es temporada baja. La primera impresión nada más tocar la arena de la playa de enfrente de nuestro hotel fue la de estar en alguna de las playas del sur de España, pero en la otra punta del mundo, así que igual, igual, no es, no vayáis a confundirme.
A pesar de todo lo explotado que pueda estar, los mejores hoteles están allí y la oferta de ocio es mucho mayor que la de cualquiera de las islas pequeñas que se encuentran al otro lado de la península, en el golfo de Tailandia. Phuket está bañada por el Mar de Andamán y a poca distancia en barco de dos de los puntos más hermosos del sur: la bahía de Pang  Na y las islas Phi Phi.


Para habituarnos a la playa, los primeros rayos de sol del año y en definitiva, para sentirnos de vacaciones, nos quedamos al día siguiente en la playa del hotel. El problema: el día amaneció con una tormenta digna del monzón. Pero da igual mojarse, después de unas horas sale el sol y otra vez a empezar. Fue un día de relax, piscina, buceo y playa.
También lo decidamos a reservar las excursiones de los siguientes días a Pang Na y Phi Phi, y por la tarde cogimos un tuk tuk para ir a ver el Gran Buda de Phuket, que domina la isla desde lo alto de la montaña y que sigue en construcción el pobre en espera de más donaciones. Por la noche, cerca del hotel, hicimos un curso de cocina tailandesa. Estuvo genial, cocinamos y disfrutamos nuestro propio Pad Thai, curry verde tailandés y unos deliciosos Dim Sum, ñam, ñam.


Ingredientes Pad Thai


Mi Pad Thai


domingo, 2 de junio de 2013

Tres en uno: mercado flotante, Erawan y río Kwai

Si no tienes demasiado tiempo para visitar Tailandia, como nosotros, que con solo 10 días no tuvimos tiempo de visitar el norte, y además el sur, y además disfrutar de todo, puedes visitar los alrededores de Bangkok y no perderte la selva. Hay muchos parques naturales a pocas horas de distancia en coche de la capital. Nosotros elegimos el parque nacional de las cascadas de Erawan. Como además no queríamos perdernos los archiconocidos mercado flotante y el puente del río Kwai, decidimos hacer un tres en uno, con furgoneta y guía.
mercado flotante
Puestos flotantes
Empezamos la ruta por el mercado flotante, a una hora de distancia desde Bangkok. Sin duda este mercado se ha convertido más en un reclamo turístico que en el verdadero mercado flotante que debió ser antaño. Se puede visitar andando o incluir también en la visita un paseo en barca de motor por los canales del río, donde hay casas y pequeños embarcaderos en las orillas. Nosotros cogimos el barco y una vez en el mercado paseamos por los márgenes del río probando todas las frutas tropicales que veíamos. También se puede visitar el mercado en barca de remos, llevadas por mujeres mayores con sombreros típicos y crema solar,  son las reinas de los puestos del mercado.

Parque de Erawan
Cascada piso tres
Cargados con frutas varias, nos dirigimos al Parque de Erawan. Llegamos cuando más calor hacía, así que nos bañamos nada más llegar y en todas las cascadas según íbamos subiendo los siete pisos. La sorpresa fue que también era muy turístico, con un enorme parking, bares y restaurantes, baños y duchas en perfecto estado, asistencia médica, todo muy cuidado. Aparte de los turistas extranjeros, sobre todo soviéticos, había bastantes tailandeses disfrutando del baño con los niños, en pareja y en grupo. También pasaban el día con los visitantes los monitos del parque, que se entretenían cogiendo cosas del suelo y subiéndolas a los árboles, y en el agua te encontrabas con peces diminutos, y no tan diminutos, que te daban mordisquillos en los pies para comerse las pieles muertas que se van produciendo en nuestra epidermis. Se llaman ‘peces doctores’ y en Tailandia hay por todas partes sitios que ofrecen este tipo de masaje. A mí la verdad es que me producía más inquietud que relajación.
río Kwai
Atardecer en el río Kwai
Después del baño pusimos rumbo al famoso puente sobre el Río Kwai. Allí puedes subir a un tren turístico y recorrer el llamado desfiladero de la muerte, en alusión a todas las vidas de prisioneros de guerra de japoneses que se cobró la construcción de estos raíles antes de que terminara la Segunda Guerra Mundial. También puedes cruzar a pie el puente y llegar al final de las vías que nunca llegaron a Birmania. Nosotros decidimos cruzar andando el puente, tomar miles de fotos de las maravillosas vistas de este impresionante río y disfrutar de una cerveza fresquita en una de las terrazas que había en los selváticos márgenes del río, mientras veíamos atardecer. Con tiempo, puedes alojarte en la tranquila cuidad donde se encuentra el puente, Kanchanaburi, y pasar unos días allí.
Llegamos agotados a Bangkok, desde Kanchanaburi teníamos todavía dos horas de viaje hasta la capital, pero antes de plegar velas cenamos cerca del hotel en un restaurante que nos recomendó el guía, Mango Tree. Como su nombre indica cenamos bajo un enorme árbol de mango comida típica tailandesa, muy picante, muy sabrosa, y terapéutica también.

miércoles, 29 de mayo de 2013

¿A Ayutthaya por favor?


En nuestro segundo día en Tailandia contratamos una servicio de furgoneta con guía local que nos llevara fresquitos y veloces a nuestro siguiente destino en el país de las sonrisas. Todo parecía apuntar a que íbamos a la antigua capital del reino, Ayutthaya, pero nada más empezar la jornada, el destino ya no estaba tan claro...
Todo se debió a un pequeño malentendido con la empresa con la que contratamos el servicio, nuestro entrañable guía tailandés pensaba que íbamos al río Quay, y de no ser por la típica pregunta que haces cuando no sabes distinguir bien cual es tu autobús “¿Este va a Ayutayah?” Probablemente hubiéramos llegado al Río Quay buscando las ruinas del antiguo Reino.
Ruinas de Ayutthaya
Situándonos sobre el terreno, Ayutthaya es una ciudad a 85 Km. al norte de Bangkok que fue la capital del Reino de Siam (o Reino de Ayutthaya) desde 1350 a 1767 D.C. Los restos de esa capital (mayoritariamente templos y stupas medio en ruinas) ocupan una área de 15 km2 y son uno de los lugares históricos más importantes de Tailandia. Fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1991.
Su proximidad con Bangkok hace que sean una opción ideal para hacer una excursión de un día y volver a dormir a la capital. Pero nosotros, al no tener demasiados días, volvimos al medio día a Bangkok y nuestro guía nos mostró además el Palacio Real y los dos Templos más importantes de Bangkok, Wat Pho y Wat Arun (como habréis podido deducir, Wat significa templo en tailandés).
Sobre el Palacio Real decir que es un impresionante conjunto arquitectónico formado por un grupo de edificios que sirvieron como sede real desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX. Por lo tanto esta fue la última residencia del adoradísimo Rey de Tailandia Bhumibol Adulyadej, cuya salud es últimamente un tema recurrente en los medios de comunicación del país
Esta foto del Rey es omnipresente en casas,
restaurantes y por supuesto en puntos
de interés.
El lugar más importante del Palacio es el templo Wat Phra Kaew, en el cual se encuentra el Buda de Esmeralda que, tallado en jade en el siglo XV y con sólo 45 centímetros de altura, es el más valioso y venerado de Tailandia. Wat Pho es el siguiente templo que visitamos, también espectacular y conocido por tener en su interior al gran Buda Reclinado de 46 metros de largo y 15 metros de altura.
Teniendo en cuenta el calor y el hecho de que tienes que taparte con camiseta de manga larga y pantalones o falda por debajo de la rodilla, las visitas a los templos se hacen un poco duras y puede que no sean lo más apetecible en verano, pero la belleza de estas obras bien merece la pena una sauna estilo tai.
Para terminar esta jornada y muy cerca del Palacio Real, no hay mejor opción que sentarse en una terraza enfrente de Wat Arun, más conocido como el templo del amanecer, y curiosamente disfrutar de un espectacular atardecer sobre el Río Chao Phraya. El calor se va desvaneciendo a medida que se pone el sol y una vez que ha anochecido se puede volver al hotel disfrutando de una refrescante travesía en barco, el de línea es perfecto, y luego un coger un tuk-tuk, el primer viaje por las calles de Bangkok no deja indiferente a nadie.

jueves, 16 de mayo de 2013

K.O. en Bangkok

Llegamos a las 6 de la mañana a la que sin duda se ha convertido en la ciudad más calurosa en la que he estado. Más de 40 grados marcaba el termómetro, una temperatura habitual en los meses de verano, abril y mayo. Da igual a la sombra que al sol, es una sensación de calor general, te sobra todo lo que llevas según pisas el asfalto de la carretera de la terminal del aeropuerto.
La temperatura, más la diferencia horaria, hacen que te sientas nada más llegar a la capital del reino de Tailandia, antiguo reino de Siam, como si te hubieran dejado k.o. nada más empezar el viaje. Pero no íbamos a rendirnos en nuestro primer día: Bangkok y Tailandia (aunque no conoceremos más que una ínfima parte de todo lo que puede ofrecer este país) nos esperan con los brazos abiertos.
El primer contacto con el país fue Taki, no Paqui ni Taxi, como decía ella con mucha gracia en español, sino Taki, la guía que nos llevaría al centro en el servicio de traslado incluido en el muy recomendable pack de avión más hotel que contratamos. Sin duda Taki sabía bien cómo recibir a un grupo de españoles, aunque luego te das cuenta de que los tailandeses son así; amables, sonrientes, divertidos, no les gusta enfadarse ni perder los papeles, son por lo general unas personas amabilísimas y tranquilas que te hacen sentir como en casa. 
Probablemente esto tenga que ver con que Tailandia es el principal destino turístico de las economías emergentes, pero quiero pensar que tiene más que ver con su personalidad como país. No me extraña que el año pasado Tailandia aumentara sus ingresos por turismo en un 25% y que se encuentre en el puesto número 11 de la lista de los 50 principales destinos por ingresos de turismo internacional, según las últimas cifras publicadas por la Organización Mundial del Turismo. Una lista en la que por cierto España se encuentra en el segundo lugar, solo por detrás de EEUU.
Esta fuerte presencia del turismo está mucho más patente en las playas del Sur, pero en Bangkok y alrededores también se ve en seguida que reciben muchos  turistas durante todo el año, gracias al clima tropical de Tailandia.

Tuvimos la suerte de que era domingo y pudimos visitar el mercado de fin de semana de Chatuchak, más de 1.100 metros cuadrados de mercado con más de 15.000 puestos de todo tipo de artículos. Llegar allí es muy sencillo a través del Skytrain de Bangkok (BTS), el tren que viaja por encima de las carreteras para evitar el tráfico. Lo mejor del mercado fue parar a disfrutar de algo refrescante en cualquiera de los bares y puestos de comida que hay y para terminar el día un masaje en los pies cerca del hotel.  
Mercado de fin de semana de Chatuchak
Imprescindible regatear si valen más de 100 bath (2,60€)

Aquí probamos nuestros primeros Pad Thai