Nos dirigimos a las playas del sur en nuestro quinto día, en concreto a la
isla más grande de Tailandia, Phuket, y lo más parecido a Torremolinos que he
visto. Era el ecuador de nuestro viaje, el día anterior lo habíamos pasamos
haciendo unas compras en Bangkok y visitando Chinatown y sus miles de puestos
de comida. Las compras se resumen rápido, en mi opinión hace demasiado calor
para ir de compras, regatear y conseguir imitaciones a buen precio. Pero
teníamos que probar.
Canon beach (Phuket) |
A pesar de todo lo explotado que pueda estar, los mejores hoteles están allí y la oferta
de ocio es mucho mayor que la de cualquiera de las islas pequeñas que se
encuentran al otro lado de la península, en el golfo de Tailandia. Phuket está bañada por el
Mar de Andamán y a poca distancia en barco de dos de los puntos más
hermosos del sur: la bahía de Pang
Na y las islas Phi Phi.
Para habituarnos a la playa, los primeros rayos de sol del
año y en definitiva, para sentirnos de vacaciones, nos quedamos al día siguiente
en la playa del hotel. El problema: el día amaneció con una tormenta digna del
monzón. Pero da igual mojarse, después de unas horas sale el sol y otra vez a
empezar. Fue un día de relax, piscina, buceo y playa.
También lo decidamos a reservar las excursiones de los
siguientes días a Pang Na y Phi Phi, y por la tarde cogimos un tuk tuk para ir a ver el Gran Buda de Phuket, que domina la isla desde lo alto de la montaña y que sigue en construcción el pobre en espera de más donaciones. Por la noche, cerca del hotel, hicimos
un curso de cocina tailandesa. Estuvo genial, cocinamos y disfrutamos nuestro propio Pad Thai, curry verde
tailandés y unos deliciosos Dim Sum, ñam, ñam.
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